Ja! Como si los redactores tuviéramos tanto tiempo libre.
Fíjense aquí la espléndida "tarea para el hogar" que la gente de Sony reservó para los críticos periodísticos de su nuevo producto, y cómo dieron cuenta de una elevadísima autoestima (por no decir una cegadora soberbia) a la hora de calificar el impacto publicitario y comercial de sus ideas.